Al norte del distrito de Estambul denominado Arnavutköy comienza lo que popularmente se conoce como el Bósforo medio, una zona preciosa y llena de encantos históricos y arquitectónicos. Podría decirse que es una visita muy recomendable para todos los que quieran llevar a cabo un viaje a Estambul.
A pocos kilómetros en dirección norte del centro de la capital de Turquía podemos encontrar dos fortalezas de gran valor cultural, la fortaleza de Europa, ubicada en un emplazamiento privilegiado elevado sobre el punto más estrecho del Bósforo, se trata de una construcción encargada por Mehmet II en el año 1.492 para preparar lo que después sería la toma de Constantinopla. Remontando el mar, encontramos la otra gran fortificación, la fortaleza de Asia, un enclave aún más antiguo que la anterior y que fue encomendada a los ingenieros de la época por orden de Bayaceto I.
También podemos encontrar la mejor gastronomía de Turquía, concretamente en la imponente Bahía de Istinye, una formación natural que acoge cada fin de semana un animado mercado con pescado fresco junto al muelle de la localidad. Cerca de allí también se puede visitar el Parque Emirgan, una zona verde es famosa por sus campos de tulipanes que cada primavera sorprenden con sus múltiples colores, cerca de allí está el también pintoresco pueblo de Emirgan, destacable por su cafés.
Otra de las localidades que merecen una mención es Yenikoy, un precioso pueblo cuyo litoral está salpicado de estupendas villas del siglo XIX, aunque el origen del pueblo se remonta a la época bizantina.
Sin salir de la zona, merece la pena una visita para efectuar unas compras en la fábrica de cristal de Pasabahce, donde sin duda se manufactura el mejor cristal de Turquía. Se puede acceder fácilmente desde una de las cercanas paradas del transbordador que comunica por mar todas las zonas del estrecho del Bósforo, uno de los secretos mejores guardados de Turquía y que bien merece una excursión desde Estambul.
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