Muchos se preguntan cómo ha conseguido Turquía convertirse en uno de los destinos más importantes en el plano turístico de todo el mundo. Para nosotros es evidente, pocas rincones del mundo son tan mágicos y atesoran una tan amplia variedad de actividades que hacer y lugares que visitar. Pero si todavía tienes dudas de por qué llevar a cabo un viajar a Turquia, solo déjanos darte algunas consideraciones previas.
Turquía es un país muy cercano a la Unión Europea, no obstante una parte de su territorio se encuentra geográficamente localizado en Europa. Sus paisajes son exóticos y posee diversos palacios, mezquitas y castillos. Se pueden realizar múltiples actividades, como cruceros por el mar Mediterráneo y el Egeo, tréking y senderismo, en las playas y costas se puede practicar windsurfing, esquí acuático, vela o buceo, al gusto de cada uno. Una de sus características más famosas son los baños turcos.
Turquía fue catalogada, por la Organización Mundial del Turismo, como el sexto país más turístico en el mundo en el año 2012 con 35.7 millones de visitantes extranjeros. Está en cuarta posición en Europa después de Francia, España e Italia. Aunque esta cifra de turista no ha dejado de crecer año a año, al mejorar su ya de por sí magnífica infraestructura hotelera y turística.
¿Cosas que hacer? Casi infinitas. En Ankara se puede visitar el Museo Arqueológico de las Civilizaciones Anatolias, Gordión, el Teatro Romano, el Templo de Augusto y las mezquitas de Haci Bayram y Ahí Elval. En Estambul también se encuentra el Gran Bazar y el mercado de especias y diversas mezquitas, como la Mezquita Azul además de una de las maravillas del mundo, como es Santa Sofía. El que quiera playa tiene donde elegir, lo mismo que el que prefiera montaña y naturaleza. Y luego está la Capadocia, difícil de describir con palabras, por lo que lo mejor es descubrirla por uno mismo. Pocos destinos son tan variados, hospitalarios y económicos en todo el planeta.