Si, nuestro viaje a Turquía está transcurriendo sin ningún percance, todo perfecto, hemos visitado los preciosos y emblemáticos monumentos en las principales ciudades, nos hemos adentrado en la belleza natural de sus paisajes, hemos disfrutado de las soleadas y tranquilas playas y hemos degustado las delicias de su gastronomía y su espléndido té. Ahora llega el momento de efectuar algunas compras ¿No? Qué mejor manera de completar un viaje redondo con algún presente para nuestros familiares, amigos o para nosotros mismos y hacernos con algún recuerdo que atestigüe nuestro paso por este país de ensueño.
Como muchas otras cosas, ir de compras en Turquía es toda una experiencia. Es casi imposible salir a la calle y no encontrarse con tiendas, boutiques, pequeños puestos callejeros, bazares o mercados. Este país es magnífico para encontrar gangas, sobretodo en sectores como la joyería o el cuero, aunque también son muy típicas y a muy buen precio las cerámicas que se diseñan y confeccionan siguiendo los cánones de la artesanía otomana.
Estas son algunas de las recomendaciones en el ámbito de las compras que Eturquía os propone para cuando realicéis vuestros viajes, rutas o escapadas a Estambul o a Turquía:
Cerámica: forma parte de la principal tradición del arte turco. Tiene diferentes estilos, según su región de procedencia. La azul y blanca es característica de Iznik, por ejemplo, aunque también son famosas las provenientes Kütahya y Çanakkale.
Tejidos: hay muchísimas variedades, así que lo mejor es elegir nuestro preferido y el que mejor se adapte a nuestros gustos. Los hay hechos a mano, el más destacado es el conocido como ikat, donde el algodón se va tiñendo según se va tejiendo. En efecto, Turquía es una región rica en telas y tejidos, por lo que conviene entrar en las tiendas, preguntar, regatear y sobretodo comprar.
Joyas: toda una tradición centenaria. Los turcos trabajan muy bien las piedras y metales preciosos. Se pueden encontrar objetos de oro, plata, marfil, esmeraldas y hasta diamantes. Es muy típico el ojo azul de cristal que, según la tradición, protege de todos los males y puede encontrarse en collares, anillos, amuletos o collares.
Pipas de fumar: pocos lugares hay en el mundo donde fumar en pipa sea más característico que en Turquía. Hay cientos de diseños en donde probar diferentes tipos de tabacos, muchos de ellos aromatizados con sabores de lo más diverso, vainilla, fresa, chocolate, manzana, naranja, miel… la lista es interminable. Para los no fumadores seguro que una pipa de agua se convierte en un buen objeto decorativo, hay auténticas obras de arte.
Comida: lo mejor es aprovechar nuestra estancia para probar un sinfín de productos turcos e ir comprando aquellos que realmente nos hayan gustado, luego los disfrutaremos en compañía de nuestros seres queridos cuando regresemos a casa. Lo más característico son los dulces, como el guirlache, el turrón o los orejones; las especias, casi infinitas y a precios mucho más bajos que en España y los frutos secos, los escaparates suelen están repletos de pistachos, almendras, pipas, avellanas, garbanzos,o nueces con miel. Como decíamos un paraíso para los sentidos.